Quizás suene utópico pero como decía Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida. ” La entrevista que leeréis a continuación de Sergio Vila, entrenador de FitGal, podría resumirse en esa frase. Sergio nos cuenta su día a día en FitGal, cómo planifica las sesiones de entrenamiento y cuáles son sus estrategias para que sus clientes disfruten del ejercicio físico.
¿Cómo es el trabajo del día a día de un entrenador personal en Fitgal?
Para mí, por encima de todo es un trabajo de motivación. Cada día es totalmente diferente al anterior. El hecho de trabajar en un centro de entrenamiento personal y grupos reducidos supone estar cumpliendo retos en cada sesión de entrenamiento. Además, el reto y la motivación no solo es para mí, también es importante que los clientes lo vivan de la misma forma. Tienen que salir de su entrenamiento sintiéndose satisfechos del entrenamiento que han realizado. También, es fundamental que se sientan bien, se diviertan y se evada. Aquí, ellos son los protagonistas.
¿Con qué retos te encuentras cada día en tu trabajo?
Cuando tratas con gente tan diferente entre sí, el reto más grande es ayudarlos a conseguir los objetivos de cada uno. Cada persona es un mundo y, de la misma manera, su objetivo también lo es. Además, también me supone un punto importante no caer en la monotonía y proponer diversidad de ejercicios y variantes. Asimismo, el hecho de que te toque entrenar a un cliente que presente alguna posible lesión es muy motivante, ya que te obliga a conocer especialmente cuáles son los ejercicios más beneficiosos para su dolencia.
¿Qué debe trasmitir un entrenador en cada sesión?
En esta pregunta seré muy breve. A mi modo de ver, los puntos claves que debe tener un entrenado del centro de entrenamiento FitGal son la empatía con el cliente, la exigencia, tener cierta actitud de líder y ser un buen transmisor para explicar de forma correcta los ejercicios. Además, la profesionalidad es doblemente importante en un servicio tan personalizado.
¿Qué cualidades crees que marcan la diferencia a la hora de entrenar a una persona que no ha hecho deporte nunca?
En FitGal trabajamos para que cada cliente se sienta como en su propia casa, se sienta a gusto. Para quien no ha practicado deporte nunca y entra por primera vez en nuestro gimnasio es muy importante que se lleve un buen sabor de boca del primer entrenamiento. Con esto me refiero, a qué probablemente, lleguen con la idea de que muchas cosas no las podrán hacer, sin embargo, animarles y motivarles a hacerlas para que las logren es nuestro punto fuerte desde el minuto uno. Cabe destacar, que tienen que sentir qué estás con ellos en todo momento.
¿Cómo logras día a día que una persona disfrute de cada sesión de entrenamiento?
Debemos crear una buena planificación de entrenamiento, verlo y analizarlo de manera detallada para que no se repitan los ejercicios ni las rutina. También está genial jugar y sorprenderlos. Por ejemplo, cambiarles los pesos en cada ronda, variantes de ejercicios, retos…
¿Cómo planificas las sesiones de entrenamiento?
Sobretodo, me centro en que el volumen de trabajo sea óptimo y que, por supuesto, siempre haya una progresión. Intento enfocar algún ejercicio principal al entrenamiento de fuerza, buscando varios puntos de dificultad. Me gusta crear cierta incertidumbre en los clientes, que no sepas lo que se van a encontrar cada día.
¿Qué te ha aportado tanto en lo personal como en lo profesional trabajar en Fitgal?
Es difícil de explicar y a la vez muy fácil. Desde el primer momento he sentido un crecimiento muy grande tanto en lo personal como en lo profesional. Mis compañeros y los clientes me han hecho sentir siempre muy valorado. Además, Jose y María me han dado mucha confianza y responsabilidad desde el minuto cero, han confiado en mí. Me encanta mi trabajo y el sentir que cada vez tengo más peso y responsabilidades me ayuda a dar mi 100% y querer ser mejor cada día.