Desde nuestro blog ya te hemos hablado de los beneficios del entrenamiento de fuerza en la mujer, en los deportistas de élite, en la diabetes… Pero, sin duda, también es importante destacar los beneficios del entrenamientos de fuerza para combatir la obesidad. Este tipo de entrenamiento no sólo mejora el físico de las personas que padecen esta patología, también mejora la salud.
La incorporación del entrenamiento de fuerza al tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2 proporciona beneficios significativos a los pacientes de esta patología. El ejercicio con peso disminuye la pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento, incrementa la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física. Además, también puede mejorar la presión arterial, y los niveles de colesterol y triglicéridos.
¿Cuáles son los beneficios del entrenamiento de fuerza en la obesidad?
- Aumento de la fuerza, flexibilidad y resistencia física del sujeto.
- Disminución de la pérdida de masa muscular que se produce por el déficit calórico de la dieta. La masa muscular es fundamental para mejorar el transporte de la glucosa y el metabolismo de la grasa.
- Contribuye a la mejora de la tensión arterial, el colesterol y los triglicéridos.
- Evita la reducción del metabolismo de reposo que ocurre siempre que se sigue una dieta hipocalórica sin practicar ejercicio.
- Incrementa la autoestima y el bienestar del paciente.
- Su práctica continuada, y la adherencia que se genera al entrenamiento facilita que se mantenga el peso una vez finalizada la dieta.