El entrenamiento de fuerza en la mujer siempre ha generado cierto rechazo. Esto es por la asociación de este tipo de entrenamiento a cuerpos excesivamente musculados. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que se atreven a introducir en sus rutinas de entrenamiento ejercicios de fuerza.
Asociar el entrenamiento de fuerza a la hipertrofia es un concepto equivocado ya que a la hora de aumentar la masa muscular influyen muchos más factores. Sin embargo, sí que este tipo de entrenamiento mejoraran la eficiencia de tus músculos en muchos aspectos.
El error de asociar el entrenamiento de fuerza en la mujer con la hipertrofia
Muchas mujeres prefieren el entrenamiento cardiovascular ya que lo asocian a una mayor pérdida de grasa y, por lo tanto, mayor tonificación. Sin embargo, en ese gasto calórico, influyen tanto el volumen como la intensidad con la que se realice el entrenamiento. Con el entrenamiento cardiovascular, se necesita un volumen de entrenamiento mucho mayor cada día para obtener la misma “quema de grasas” (producción de ATP a través de los Ácidos Grasos) que con una sesión de entrenamiento de fuerza. Además, una vez que termina el entrenamiento cardiovascular dejamos de “quemar grasas”. Por el contrario, tras realizar una sesión de entrenamiento de fuerza, el efecto se mantiene hasta 72 horas después de haber finalizado. Esto se debe al aumento de el efecto termogénico y los cambios que se producen en nuestro metabolismo. Además, mejora el perfil hormonal.
Otro beneficio del entrenamiento de fuerza es el volumen de entrenamiento semanal. Es decir, se pueden obtener mejores resultados entrenando menos sesiones a la semana. Cabe destacar, que una correcta nutrición mejorará también los resultados del entrenamiento.
Conseguir un cuerpo definido(no hipertrofiado) y tonificado es una de las ventajas del entrenamiento de fuerza para las mujeres. Los músculos se definen al aumentar la proporción de masa muscular y la reducción de la grasa, los contornos son mucho más visibles y las curvas femeninas destacan más.
En definitiva, no debemos asociar el concepto de hipertrofia al entrenamiento de fuerza en la mujer ya que las mujeres no tienen la testosterona necesaria para poder conseguir ese desarrollo muscular. Además para generar hipertrofia habría que ingerir las calorías y proteínas necesarias para lograr ese aumento de la masa muscular.
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Artículo escrito por Uxía Rodríguez
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