Sara estaba motivada. La nutricionista le había preparado un plan de alimentación con el objetivo de que Sara abandonase el sobrepeso que arrastraba desde hacía 3 años pero…
A las dos semanas de empezar con el plan, la noche de un martes, Sara se sentía ansiosa. Había tenido problemas en el trabajo, incluyendo una tensa discusión con su jefe y era incapaz de dormir. Sara fue a la nevera, la abrió y encontró lo que su cuerpo le pedía, una tableta de chocolate con leche. Comió una onza, después otra y al final la tableta entera. Se tranquilizó algo y se fue a dormir. Al día siguiente se sentía culpable. Había incumplido con el plan y se sentía avergonzada, fracasada. Y de perdidos al río, dejó el plan por completo.
Lo que Sara no sabía es que la discusión con su jefe había elevado los niveles de cortisol (estrés) y había disminuido los niveles de dopamina (satisfacción/,motivación) y serotonina (tranquilidad) en su cuerpo.
¿Por qué la tableta entera? Hambre emocional
En la nevera había más opciones saludables que Sara no contempló. ¿Por qué sólo le valía el chocolate? ¿Por qué la tableta entera?. Porque no tenía hambre fisiológica, tenía hambre emocional. Tenía hambre de serotonina y de dopamina, y la manera más rápida de acceder a ellas es a través de comidas con un sabor rico, placentero, comidas que generalmente contienen sustancias perjudiciales para nuestro cuerpo pero que, a corto plazo, actúan como sedantes y ayudan a dormir.
¿Por qué después de esa noche Sara no volvió a seguir con el plan? A fin de cuentas sólo había sido una vez y la nutricionista le había dicho que de vez en cuando podía permitirse un capricho, que las restricciones severas son peligrosas. Porque la culpabilidad que sintió después del atracón había vuelto a reducir su satisfacción consigo misma y su motivación en el cumplimiento del plan, reduciendo sus niveles de dopamina , y eso le generó intranquilidad, bajando también sus niveles de serotonina. Como podéis suponer, el cuerpo volvió a pedirle el modo fácil y rápido de aumentarlas, a través de atracones insaludables.
Conclusión: Seguro que después de leer todo esto ya habrás sacado la siguiente conclusión: si el ciclo de atracón – culpabilidad se corresponde con una necesidad de serotonina y dopamina y no con una necesidad nutricional, lo más saludable es subir los niveles de esas sustancias por otras vías: cuidando el deporte, la alimentación y la mente.
Buenísimo. Me encantó.